Sandrisha Administrador
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| Tema: ¿POR QUÉ ME RESULTA DIFÍCIL QUERERME?, ¿QUIERES SER UN BONSÁI?(Osho) Miér Sep 21, 2011 12:29 am | |
| ¿POR QUÉ ME RESULTA DIFÍCIL QUERERME?, ¿QUIERES SER UN BONSÁI?
Los niños nacen con un enorme amor hacia sí mismos. Es la sociedad la que destruye ese amor, es la religión la que destruye ese amor, porque si el niño se sigue amando a sí mismo, entonces, ¿quién amará a Jesucristo? ¿Quién amará al presidente? ¿Quién amará a sus padres? El amor de un niño hacia sí mismo ha de ser desviado. Hay que condicionarle de manera que su amor se dirija siempre hacia un objeto externo. Esto hace al hombre muy pobre, porque cuando quieres a alguien externo a ti ya sea Dios, el papa, tu padre, tu esposa, tu marido, tus hijos, cualquiera que sea el objeto de tu amor, te vuelve dependiente de ese objeto. A tus propios ojos te conviertes en algo secundario, te conviertes en un mendigo.
Al nacer eras un emperador totalmente satisfecho contigo mismo. Pero tu padre quiere que le quieras, tu madre quiere que la quieras. Todos a tu alrededor se quieren convertir en objeto de tu amor.
A nadie le preocupa que si un hombre no puede amarse a sí mismo tampoco será capaz de amar a nadie. De modo que se crea una sociedad enloquecida, donde todo el mundo intenta querer a alguien, sin tener nada que dar. Y la otra persona tampoco tiene nada que dar. ¿Por qué están los amantes continuamente peleando, discutiendo, molestándose? Por la sencilla razón de que no están consiguiendo lo que pensaban obtener. Ambos son mendigos, ambos están vacíos.
A un niño debidamente educado se le debe permitir crecer en amor hacia sí mismo, de forma que esté tan lleno de amor que compartirlo se convierta en una necesidad. Está tan repleto de amor que quiere compartirlo con alguien. Entonces, el amor nunca te hará depender de nadie. Tú eres el que da, y el que da nunca es un mendigo. Y el otro también da. Y cuando se encuentran dos emperadores, dueños de sus propios corazones, se produce una inmensa alegría. Nadie depende de nadie; todo el mundo es independiente e individual, centrado en sí mismo, arraigado en sí mismo. Sus raíces van hasta el fondo de su propio ser, de donde brota el néctar llamado amor hacia la superficie y florece con miles de rosas.
Este tipo de persona no ha sido posible hasta el momento por culpa de vuestros profetas, de vuestros mesías, de vuestras encarnaciones de Dios y todas las demás clases de idiotas. Os han destruido en beneficio de su gloria, de su propio ego. Os han machacado completamente.
Tiene una lógica. 0 bien el mesías, el salvador, se convierte en el objeto de tu amor, y tú no eres más que una sombra siguiéndole ciegamente, o bien estás totalmente satisfecho, rebosando amor y floreciendo con miles de rosas, y en ese caso, ¿quién quiere ser salvado? Ya estás salvado. ¿A quién le interesa el paraíso? Ya estás en él.
Cuando aprendas a amarte a ti mismo desaparecerán los sacerdotes, los políticos se quedarán sin seguidores; todos los intereses creados de la sociedad irán a la bancarrota. Se aprovechan de ti de una forma psicológica muy sutil y por eso prosperan. Pero aprender a amarse no es difícil, es natural. Si has conseguido hacer algo antinatural, como aprender a querer a los demás sin quererte a ti mismo, entonces lo otro es sencillo. Has hecho casi lo imposible. Sólo se trata de una cuestión de comprensión, una comprensión muy simple, que es: «Debo amarme a mí mismo; de lo contrario, me perderé el sentido de la vida. No creceré, sino que envejeceré. No tendré individualidad. No seré auténticamente humano, digno, íntegro.»
Por otra parte, si no te amas a ti mismo no puedes amar a nadie más en el mundo. Muchos de los problemas psicológicos aparecen porque has sido alejado de ti mismo. Eres «indigno», no eres lo que deberías ser; debes rectificar tus actos. Te tienes que amoldar a una personalidad determinada. En Japón hay árboles de cuatrocientos años cuya altura no llega a los quince centímetros. Ellos lo consideran una forma de arte. ¡Esto es un asesinato, un verdadero asesinato! El árbol parece viejo pero sólo mide quince centímetros. Habría medido cincuenta metros, tratando de alcanzar las estrellas. ¿Qué le han hecho? ¿Qué estrategia han usado? La misma que se usa contra la humanidad, contra los seres humanos. Colocan el árbol en un tiesto casi plano. Entonces, a medida que crecen las raíces se las van cortando, porque el tiesto casi no tiene fondo. Van cortando las raíces, y si las raíces no profundizan, el árbol no puede crecer. Se hace viejo pero no crece. Esto es exactamente lo mismo que se ha hecho con los seres humanos.
El amor hacia ti mismo es una necesidad básica para tu crecimiento. Por eso te enseño a ser egoísta, que es lo natural. Vuestras religiones os han enseñado a ser altruistas, a sacrificaros por cualquier estúpido ideal: por la bandera, que sólo es un pedazo de tela podrida. Os sacrificáis por la nación, que no es más que una fantasía, porque en ningún lugar aparece la tierra dividida en naciones.
Dividir la tierra en el mapa es una argucia de los políticos. ¡Te estás sacrificando por unas líneas dibujadas en un mapa! Mueres por tu religión: cristianismo, hinduismo, budismo, islamismo. Lo han hecho de tal forma que consiguen atrapar al individuo. Si mueres por tu patria te llamarán mártir. Sólo estás cometiendo un suicidio, y además, por un motivo ridículo. Si mueres por tu religión irás al paraíso, disfrutarás de eternas bendiciones. Te están manipulando. Pero hay algo básico en esta manipulación que es: no te ames a ti mismo; ódiate, porque no eres digno de nada. Todo el mundo está lleno de odio hacia sí mismo. Y si te odias, ¿cómo crees que vas a encontrar a alguien que te quiera? Ni siquiera estás listo para quererte a ti mismo; es imposible que te quiera nadie.
Has aceptado la idea de que no vales nada a menos que observes ciertas reglas, dogmas religiosos o ideas políticas. Al nacer no eras cristiano ni católico; no naciste comunista. Cada niño viene al mundo como una tábula rasa, totalmente en blanco. No hay nada escrito ni la Biblia, ni el Corán, ni el Gita ni el Capital, no, no hay nada escrito. No trae consigo un libro sagrado, viene con la inocencia más absoluta. Pero su inocencia se convierte en el mayor problema porque está rodeado de lobos disfrazados de políticos, de sacerdotes, de padres, de profesores. Todos se abalanzan sobre tu inocencia. Empezarán a escribir cosas sobre ti y más tarde creerás que son tu legado. Han destrozado tu legado.
Ahora ya pueden esclavizarte, convertirte en lo que ellos quieran. Si quieren que asesines a gente inocente…
El Libro del Hombre - Osho - Capitulo: Autoestima |
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