Una Bacteria Que Se Alimenta de Metano Podría Servir Para Combatir el Calentamiento GlobalUna nueva especie bacteriana, descubierta en uno de los entornos más extremos del planeta, podría quizá darnos una herramienta para combatir el calentamiento global.
Peter Dunfield, profesor de Biología en la Universidad de Calgary en Canadá, y otros colegas suyos, han estudiado un microorganismo metanotrofo (que subsiste del metano) y que fue hallado en el campo geotérmico conocido como Las Puertas del Infierno (Hell's Gate), cerca de la ciudad de Rotorua en Nueva Zelanda. Ésta es la bacteria metanotrofa más "dura" descubierta hasta la fecha, lo que la hace la candidata con mayores posibilidades de uso en la reducción de las emisiones de metano de basureros, minas, centrales eléctricas geotérmicas, desechos industriales, y otras fuentes no deseadas.
Éste es un metanotrofo realmente rudo, que vive en un ambiente mucho más ácido que cualquier otro en el que alguien haya visto vida hasta ahora. Pertenece a una familia un tanto misteriosa de bacterias (llamada Verrucomicrobia), cuyos miembros están desperdigados por muchos lugares, pero que resultan muy difíciles de cultivar en el laboratorio, por lo que estudiarlos entraña muchas dificultades.
Las bacterias metanotrofas consumen el metano como su única fuente de energía, convirtiéndolo en dióxido de carbono durante el proceso digestivo. El metano (normalmente conocido como gas natural) es veinte veces más potente como gas de efecto invernadero que el dióxido de carbono, y se produce en cantidades considerables durante los procesos de descomposición de materia orgánica.
Los científicos saben que en los ambientes ácidos se producen grandes cantidades de metano, y no sólo en los yacimientos geotérmicos, también en los pantanos y yacimientos de turba. Gran parte del metano producido en todos esos lugares es consumido por las bacterias metanotrofas, por lo que resulta evidente que éstas desempeñan un importante papel en la regulación de la cantidad de metano presente en la atmósfera.
Dunfield ha bautizado provisionalmente a esta nueva bacteria con el nombre de Methylokorus infernorum, para reflejar el lugar "infernal" de su descubrimiento, una ubicación donde la bacteria vive sumida en aguas hirvientes repletas de productos químicos que resultan tóxicos para la mayor parte de las formas de vida, no así para ella.
El genoma de esta singular bacteria ya ha sido secuenciado en su totalidad, lo que ayudará a desarrollar aplicaciones biotecnológicas para este organismo. La labor de secuenciación la han realizado unos investigadores de la Universidad de Hawai y de la Universidad de Nankai en China.
Fuente: Amazings