Richelus Moderador
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| Tema: Retrospectiva Mar Feb 26, 2008 2:48 pm | |
| Retrospectiva. (primera parte) Mary Ann despertó esa fría mañana de Noviembre, sintiendo un fuerte dolor de cabeza,. Había tenido un sueño en el cual corría por un largo túnel que se hacia mas angosto con cada paso que daba; a gran distancia de donde se encontraba, una figura humana le llamaba por su nombre: “Mary Ann, Mary Ann” decía la fuerte voz que retumbaba en las paredes de aquel oscuro y en cierto modo, tétrico lugar. Mary Ann corría con toda su fuerza ya que la ansiedad de descubrir quien era la misteriosa figura que se le hacia tan familiar pero a la vez tan distante, le hacia sentir un fuerte ardor en su pecho y una intranquilidad que no sentía si no en ese preciso momento, cuando corría y las paredes se hacían más y más estrechas. Pero siempre que estaba cerca de alcanzar la meta, despertaba súbitamente con ese fuerte dolor de cabeza que la asediaba desde el día de aquel ya olvidado incidente que casi cobro su vida.De estatura mediana, ojos color oliva, tez blanca y cabello rojizo, Mary Ann se sentía como una persona sin ningún atractivo físico, sin percatarse de su gran figura y cálido rostro, claro esta que aquella pequeña cicatriz en su frente, llamaba la atención dándole un tono pelicular, pero sin quitarle una pizca de armonía a sus finas facciones. Se dirigió al baño aun adormecida, mientras se presionaba la sien con su dedo índice, prueba del gran dolor por el que atravesaba en aquel momento. Abrió la gaveta y busco el tarro naranja con las píldoras de color azul y blanco e ingirió 2 de ellas pasándolas con un vaso con agua que tomo del grifo, se miro al espejo y pudo notar claramente el par de ojeras que había dejado de recuerdo una noche de poco sueño.Tomo un rápida ducha; ya el dolor se había desvanecido casi por completo, pero Mary Ann aun se sentía indispuesta y con algo de nauseas.size=12]Salió del baño y fue directo a su guardarropa, tomo aquel vestido rojo que hacia ya mucho tiempo no se ponía, los zapatos de tacón, unas medias veladas y su ropa interior favorita color blanco con bordados de flores. En su nochero al lado de una gran cantidad de objetos en los que había un lápiz labial, un lapicero y algunas píldoras de varios colores, estaba su reloj de oro con diamantes y esmeraldas a su alrededor, objeto muy preciado para ella ya que le recordaba una época muy feliz hacia unos años atrás.[/size]Se puso el reloj y vio que eran las 10:30 AM, seguro que la señora Curtis había llegado desde hace mucho rato. La señora Curtis era el ama de llaves de Mary Ann desde hacia muchos años, su rostro arrugado y sus manos gordas pero con dedos largos, su estatura mediana , su forma algo parsimoniosa de moverse y su gran talento en la cocina, hacían de la señora Curtis un personaje agradable no solo a la vista sino también una persona con la cual se podría
mantener una cálida y confortable conversación . la amabilidad y cariño con los cuales la señora Curtis había tratado a Mary Ann, hacían que esta se sintiera bien y tomara a su querida ama de llaves como alguien indispensable en su vida.
Mary Ann bajo las escaleras y un agradable olor a pan tostado la recibió inmediatamente. “ Mary Ann, Mary Ann, eres tu cariño?, te he preparado el desayuno, debes estar hambrienta ya que te fuiste temprano a la cama y no cenaste, tengo pan tostado huevos con jamón y algo de café. Por Dios cariño que cara traes! no dormiste bien anoche? Siéntate te serviré una taza de café bien caliente”.
Mary Ann tomo el desayuno mientras escuchaba en la radio que el clima estaría nublado todo el día con posibilidad de lluvia en la noche, así que pensó en llevar su abrigo, de todas maneras era domingo y por lo general no tenia mucho que hacer, así que daría una vuelta por ahí, compraría algo y volvería a casa antes de que cayera la noche, para así evitar que la lluvia la atrapase en su camino de vuelta.
Agradeció a la señora Curtis el desayuno y le comento sus planes para el día, diciéndole además que estaría de vuelta alrededor de las 6 o 6:30 PM. Tomo su abrigo, las llaves, su cartera y abrió la puerta, antes de salir miro hacia atrás y su mirada se perdió por un momento en la chimenea, después de unos segundos de observar fijamente cerro la puerta y se marcho de su casa mientras se ponía su abrigo.
Había caminado un largo trayecto y pudo sentir claramente el frió viento de la mañana, miro al cielo y no pudo ver el sol, solo grandes acumulaciones de nubarrones negros que de cierta manera la hicieron estremecer.
Al llegar a la parada del bus, habían algunas personas, varias de ellas fuertemente abrigadas, dos pequeños niños estaban cerca de su madre y apenas se podían distinguir sus rostros debido a las grandes bufandas enrolladas alrededor de sus pequeños cuellos y caras.Se subió al bus y se sentó en la parte trasera como era su costumbre; al llegar a la siguiente parada del bus, un hombre de cabello largo, nariz respingada, bastante alto y fornido, de ojos azul claro como el mar en el horizonte, se subió al bus, en un momento a ella le pareció que el hombre la miro, así que trato de evadir esa cálida mirada, intentando ver mas allá del empañado vidrio de su ventanilla. De repente sintió que alguien se sentó a su lado, sabia que era aquel hombre pero no se atrevía a mirarlo. “ podría darme la hora?” de su lado izquierdo una cálida voz exclamó, a lo que Mary Ann, giro atentamente, al verlo se sintió un poco intimidada, así que dirigió rápidamente su mirada hacia su muñeca, y muy suavemente dijo: “es Mediodía”, “gracias” dijo el hombre y agrego: “bonito reloj, mi esposa solía tener uno parecido, mi nombre es Tom y tu eres?” ella se sintió algo incomoda pero no tardo en responder: “ Mary Ann....” , “un placer conocerte Mary Ann; feo clima el de hoy, solo espero que no vaya a llover, me dirijo al centro comercial para comprar algunos regalos y no me gustaría que la lluvia me alcanzase antes de llegar a casa”.
Mary Ann permanecía en silencio, pero en cierta forma le agradaba Tom, así que le dijo: “ Yo también voy de compras, quizá podríamos ir juntos y tomarnos un café” Tom sonrió y asintió con la cabeza.
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