TRUMAN SHOW
Truman es un hombre atrapado por una realidad impuesta, ficticia, creada por una gran cadena de televisión para servir de espectáculo a las masas, en un reality show total, para aumentar la audiencia. Como en el mito de la caverna de Platón, en el que unos individuos están encadenados desde su nacimiento en una cueva y solamente pueden ver las sombras que les llegan desde el exterior. La liberación se hace posible cuando uno de ellos se escapa y vuelve para contar a los prisioneros lo que sucede en el exterior, lo que les incita a escapar, después de haberlo tomado por loco y mofarse de sus cuentos. También en el siglo XVII Calderón de la Barca hizo dudar a su personaje Segismundo si la vida no sería un sueño.
Truman ha nacido y se ha criado en un inmenso set de cinematografía, manejado desde afuera por los directivos de la cadena y el productor. Al igual que en la Caverna de Platón, Truman solamente conoce lo que ve, su realidad. Cuando alguien que viene del mundo real le dice que todo, su familia, su trabajo, sus amistades, es un simulacro,, se niega a creerles. En un momento dado, Truman decide dudar de todo. es el momento en que comienza su liberación de las cadenas y el conocimiento de lo que existe fuera de aquel mundo falso.
Cuando todo se deshace, cuando Truman logra terminar con aquel show que ha durado más de 30 años, los espectadores alaban la decisión de Truman de abandonar la ciudad pero inmediatamente después se olvidan de todo y cambian de canal en busca de otro programa que les entretenga. «¿Qué más ponen?» pregunta uno los espectadores. Las cosas sólo duran mientras existen en televisión.
La película es una alegoría de una sociedad que depende de la realidad mediática, de la ambición de los medios que realizan cualquier cosa por obtener beneficio económico, de la incapacidad para buscar otros caminos diferentes al del espectáculo.