Sabio poeta conocedor de mi ser,
siento tu aroma en las flores de primavera,
veo tu grandeza en el atardecer rojizo mas allà de la montaña,
Y en la danza sublime de los vientos que cruzan el valle acariciando mi cuerpo,
te escucho en el canto del ave que se posa en mi ventanal,
en la lluvia, el trueno y la risa de los pequeños que celebran el juego de la vida en el jardin de la maravillosa existencia.
saiwalunna