Primera Compuerta del Ensueño: Darse cuenta de que se está quedando dormido.

Llegar a la primera compuerta

La primera compuerta se trata de ser consciente de que te estás quedando dormido, percatarte de ese justo momento entre el sueño y la vigilia. No debes tratar de forzarte para darte cuenta de que te estás durmiendo. El secreto está en acordar contigo mismo que te dejarás dormir de forma natural para despertar en ese justo momento, hazlo de esta manera y veras que pareciera que dentro de ti hay un reloj biológico que te despierta en el momento preciso.

Don Juan dice acerca de la primera compuerta lo siguiente:

“Llegamos a la primera compuerta al darnos cuenta de una sensación muy particular que se nos viene encima antes de quedarnos profundamente dormidos -dijo‑. Una placentera oscuridad y pesadez que nos mantiene suspendidos y no nos permite abrir los ojos.”

Cuando llegamos a la primera compuerta nos encontramos en un estado cataléptico, o lo que es lo mismo, un estado en el que los movimientos corporales quedan suspendidos, de ahí que don Juan diga que en ese momento nos mantenemos “suspendidos”, se refiere precisamente a ese estado de catalepsia. A muchos les sucede esto de forma casual algunas veces en su vida, pero en la mayoría de los casos, en el mismo momento en el que les sucede, un pánico atroz les hace desear volver al estado cotidiano y se llenan la cabeza de extrañas ideas, como por ejemplo, que alguien o algo estaba sobre ellos y no les dejaba moverse. En este camino no vale lo aleatorio, lo casual, uno tiene que llegar a ese estado a voluntad y comenzar a partir de el la experiencia del ensueño, y cuando lo logras, permaneces consciente en el estado de sueño, o dicho de otra manera, estarás en un sueño absolutamente lúcido.

Otra forma más inusual de llegar a la primera compuerta del ensueño, es teniendo un sueño inmensamente real. De hecho incluso algunas veces llegan a mezclarse las dos formas; por ejemplo, uno tiene un sueño lúcido tremendamente real o en otros casos, un sueño raro, y de pronto despiertas en estado cataléptico y sin poder ver nada de lo que hay alrededor.

Cuando llegas a la primera compuerta del ensueño de forma voluntaria, también llegas al cuerpo energético, el cual en la medida que ensueñas irá moldeándose hasta quedar como una unidad capaz de percibir mundos inconcebibles.

Cruzar la primera compuerta

Una vez lograda la primera etapa habremos llegado a la primera compuerta y entraremos en un sueño completamente lúcido, es entonces cuando tendremos que realizar la segunda etapa, que es cruzarla. Para cruzar la primera compuerta o dicho de otro modo, trascender el primer obstáculo, debes permanecer en el ensueño, sostenerlo.

Cuando estás en el ensueño llega un momento en el que la experiencia se acaba inevitablemente, de hecho puedes llegar a sentir como se acerca el final, en términos de brujería esto quiere decir que tu Atención de Ensueño se acabo,y despertarás inevitablemente en tu lecho. La meta total de la primera compuerta consiste en permanecer en el ensueño por un mayor tiempo, para ello debes hacer algo muy simple. Don Juan se lo explica a Carlos Castaneda de la siguiente forma:

“A fin de compensar la evanescencia de los sueños, los brujos idearon el uso de un objeto como punto de partida. Cada vez que se le aísla y se le mira, uno recibe una carga de energía. Al principio, no se deben enfocar demasiadas cosas en los sueños. Cuatro objetos son suficientes. Más tarde, uno puede agrandar el campo de acción hasta abarcar todo lo deseable. Pero tan pronto como las imágenes comienzan a cambiar, y uno siente que se está perdiendo el control, se debe regresar al punto de partida, y empezar otra vez.”

Lo que quiere decir Don Juan aquí es que siempre que sientas que el sueño va a terminarse, o incluso desde el comienzo del ensueño, toma cualquier objeto del entorno de tu sueño como punto de partida, nunca lo mires por mucho tiempo o se desvanecerá junto con tu sueño, solo dale un breve vistazo y enseguida pasa a otro objeto, haz lo mismo y vuelve a pasar a otro, así con unos cuatro o cinco objetos, luego vuelve al primero hasta que sientas que puedes continuar en el sueño sin problemas. En el mismo momento que vuelvas a sentir que el sueño va a terminarse, repite el proceso, vuelve a buscar un objeto como punto de partida y comienza otra vez. De esta manera conseguirás permanecer en el ensueño por mucho más tiempo, la cantidad de tiempo que logres permanecer en él, depende de tu experiencia como ensoñador y de cuan a tiempo haces este sencillo ejercicio de mirar los objetos a breves vistazos partiendo de uno que elijas.

Cuanto más ensueñes más energía liberarás y más fácil te será hacerlo de nuevo, es como si hubiésemos revelado una cualidad innata de nuestro ser, que una vez aprehendida, siempre estará ahí a nuestra disposición.

Sintesís

-Llegamos a la primera compuerta al darnos cuenta de que nos estamos quedando dormidos. Cuando llegas a la primera compuerta, también llegas a tu cuerpo energético.

-Cruzamos la primera compuerta al permanecer o sostener el ensueño mirando los objetos a breves vistazos.

-Cuanto más ensueñes, más fácil resultará hacerlo la próxima vez.

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Acerca de ensoñar, Castaneda dice lo siguiente:

“Intente ensoñar desde el punto de vista de que vamos a morir. Como si fuera cuestión de vida o muerte. ¿Para qué se está reservando usted?, ¿para la senilidad? ¿Estamos esperando gritar "Enfermera" en un restaurante? ¿Qué les han hecho? Don Juan me hacía esa pregunta una y otra vez. Necesitaba que me lo repitiera porque yo era un tonto.”

“Un guerrero da saltos incalculables porque quiere saber. Mi destino es navegar el infinito. Somos viajeros, viajar es nuestro destino. Aceptando la responsabilidad por su muerte el guerrero consigue un increíble empujón. Puede acabar con su ego, su importancia y moverse a otro nivel. No tiene que bajar la cabeza ante nadie más.”

“¿Qué nos han hecho para volvernos tan resistentes? El daño terrible que la sociedad nos ha hecho se puede corregir ensoñando.”

Y yo estoy absolutamente de acuerdo… ¿lo intentarás o decidirás negarlo como una posibilidad, sencillamente porque tu razón no es capaz de acogerlo como algo coherente y posible?